Vivir sin filosofar es, propiamente, tener los ojos cerrados, sin tratar de abrirlos jamás. René Descartes (1596-1650) Filósofo y matemático francés.

miércoles, 27 de febrero de 2013


  EL PROBLEMA DE LA DEFINICIÓN DE LA FILOSOFÍA
La filosofía tiene un significado primitivo de amor a la sabiduría que posteriormente se convirtió en la sabiduría misma.

Una definición es una proposición que trata de exponer de manera unívoca y con precisión la comprensión de un concepto o término, desde este sentido es muy complejo determinar UNA definición de Filosofía y has ta diría que se trata de algo controvertido, ya que des este modo estaríamos condicionando y "limitándola" desde parámetros muy escuetos. Al respecto  les acerco algunas reflexiones para que vamos recorriendo este maravilloso mundo y desde allí ir perfilando NUESTRA definición de la misma

Desde que el hombre existe ha tenido la capacidad de cuestionarse sobre los misterios de la naturaleza, sobre las plantas, los animales, el cielo y la tierra y hasta sobre él mismo.
La curiosidad es inherente a los seres humanos que no se conforman con vivir experiencias sino que también pretenden saber sobre todos los fenómenos que le ocurren y que se producen en la realidad.
En un primer momento los hombres de la antigüedad consideraban sagrada a la naturaleza y se consideraban seres que formaban parte de ella; y esa visión sagrada consideró dioses a los elementos que facilitaban y hacían posible sus vidas sobre la tierra.
Los mitos se convirtieron en la forma de explicar la realidad a partir de las experiencias trágicas o significativas que vivían algunos de ellos que perduraban en la memoria colectiva y que eran utilizados con fines morales; de modo que sirvieran de ejemplos para no cometer los mismos errores y mantener la cohesión del grupo.
Las costumbres se transformaron en tradiciones y las tradiciones en valores que dieron lugar después de muchos siglos a las religiones.
Todas estas formas culturales eran expresiones filosóficas o explicaciones sobre la naturaleza que se iban gestando a lo largo de la historia del hombre.
En el siglo VII a. de C. nace la filosofía occidental que se caracterizó por la racionalidad en el acto del conocer.
Pero en todas las culturas antiguas existió la filosofía; en Oriente con un componente tradicional y místico mayor que en Occidente.
La filosofía occidental trata de encontrar una explicación coherente sobre el fenómeno de la vida, qué es el mundo, cuál es el propósito, quiénes somos nosotros, de dónde venimos y hacia dónde vamos.
Todos podemos escuchar a los niños pequeños a medida que van creciendo, hacernos las mismas preguntas que los hombres primitivos se hacían desde el principio de los tiempos.
Es un fenómeno humano el querer saber qué son las cosas y una necesidad del hombre descubrir quién es él mismo.
El problema de la muerte enfrenta a toda la humanidad al evento más incomprensible, misterioso y desconocido de la vida y para poder seguir viviendo, el ser humano de todos los tiempos, necesita descubrir ese misterio o elaborar una teoría que le resulte aceptable.
Pero ese hombre no solo tiene la capacidad de conocer el mundo que lo rodea sino también tiene la posibilidad de imaginar intuitivamente el origen de las cosas.
Ese enorme poder le ha servido para desarrollar su intelecto, mejorar sus condiciones de vida y construir las bases del conocimiento científico.
Sin embargo, todavía se debate en la duda sobre qué es la vida, si es un fenómeno real que existe más allá de si mismo o si se trata de algo imaginario, producto de su pensamiento.
Porque la realidad lo sorprende y parece tener vida propia e inteligencia como para intervenir a veces en sintonía con sus propios deseos.
Actualmente la filosofía es la ciencia que estudia los objetos desde un punto de vista total y no parcial. Se ocupa de la ontología o el estudio del Ser de los objetos, su esencia y su existencia y de la gnoseología o el estudio de los métodos de conocimiento de esos objetos; de la lógica, de la metafísica, y de los valores éticos y estéticos.
También es importante considerar esta lectura, para entender el problema de la Definición de la Filosofía:

Manuel García Morente – “La filosofía y su vivencia”
En Lecciones preliminares de filosofía. Buenos Aires, Losada, 1952; pp. 1-3. (selección).
 Ustedes vienen a estas aulas y yo a ellas también, para hacer juntos algo. ¿Qué es lo que vamos a hacer juntos? Lo dice el tema: vamos a hacer filosofía.
La filosofía es, por de pronto, algo que el hombre hace, que el hombre ha hecho. Lo primero que debemos intentar, pues, es definir ese «hacer» que llamamos filosofía. Deberemos por lo menos dar un concepto general de la filosofía, y quizá fuese la incumbencia de esta lección primera la de explicar y exponer qué es la filosofía. Pero esto es imposible. Es absolutamente imposible decir de antemano qué es filosofía. No se puede definir la filosofía antes de hacerla; como no se puede definir en general ninguna ciencia, ni ninguna disciplina, antes de entrar directamente en el trabajo de hacerla.
Una ciencia, una disciplina, un «hacer» humano cualquiera, recibe su concepto claro, su noción precisa, cuando ya el hombre ha dominado ese hacer. Sólo sabrán ustedes qué es filosofía cuando sean realmente filósofos. Por consiguiente, no puedo decirles lo que es filosofía. Filosofía es lo que vamos a hacer ahora juntos, durante este curso…
¿Qué quiere esto decir? Esto quiere decir que la filosofía, más que ninguna otra disciplina, necesita ser vivida. Necesitamos tener de ella una «vivencia».(…). Vivencia significa lo que tenemos realmente en nuestro ser psíquico; lo que real y verdaderamente estamos sintiendo, teniendo, en la plenitud de la palabra «tener».
(…)
Entre veinte minutos de paseo a pie por una calle de París y la más larga y minuciosa colección de fotografías, hay un abismo. La una es una mera idea, una representación, un concepto, una elaboración intelectual; mientras que la otra es ponerse uno realmente en presencia del objeto, esto es: vivirlo, vivir con él; tenerlo propia y realmente en la vida; no el concepto que lo substituya; no la fotografía que lo substituya; no el plano, no el esquema que lo subs-tituya, sino él mismo. Pues, lo que nosotros vamos a hacer es vivir la filosofía.
Para vivirla es indispensable entrar en ella como se entra en una selva; entrar en ella a explorarla.
(…)
Cuando pasen años y sean ustedes viajeros del continente filosófico, más avezados y más viejos, sus vivencias filosóficas serán más abundantes, y entonces podrán ustedes tener una idea cada vez más clara, una definición o concepto cada vez más claro, de la filosofía.